sábado, 20 de diciembre de 2008

un largo fin de semana en estambul

Estambul es especial por muchos motivos, empezando por su ubicación, ya que se asienta en tres localizaciones perfectamente delimitadas por el agua: la Estambul europea antigua, donde se encuentran la mayor parte de los monumentos significativos de la ciudad; al otro lado del Cuerno de Oro, la Estambul europea moderna: zona comercial, donde se ubican la mayor parte de los hoteles de lujo, los comercios más importantes, etc. Enfrente de ésta, al otro lado del mar Bósforo, se encuentra la Estambul asiática, que es en la actualidad la zona de expansión de la ciudad, donde viven la mayor parte de sus habitantes.
Hasta hace poco tiempo, el traslado de la zona europea a la asiática y viceversa, se realizaba a través de ferrys, puesto que los dos puentes que las unen se han construido en los años 90 del siglo pasado.
Entre las dos zonas europeas existen varios puentes. Quizás el mas conocido sea el Puente Gálata, que en la actualidad es una reconstrucción del anterior que era de madera y sufrió un incendio hace no demasiados años. Ya que estamos aquí, os diré que en la parte inferior del puente hay varias cafeterías con terraza, donde se puede tomar un café turco disfrutando de un paisaje bonito y relajante.
Los hoteles que nos ofrecen las agencias de viajes se encuentra ubicados preferentemente en la Estambul europea, tanto en la zona antigua como en la moderna. Los hoteles de ésta última son mas lujosos, pero en la zona antigua estamos mas cerca de la mayor parte de los monumentos que vamos a visitar.
Antes de nada, quiero hablar de cuatro temas importantes: transporte, comida, vestimenta y moneda. Respecto al primero, existen numerosas lineas de autobuses en la ciudad, y los taxis tienen un precio razonable. Los billetes de tranvía se compran habitualmente en taquillas instaladas cerca de las paradas. El autobús se paga en el interior, bien sea al cobrado o, si no lleva, al conductor.
En cuanto a la comida, hay multitud de restaurantes en la ciudad. Los precios son, en general, muy baratos. Muchos son de autoservicios, y podemos elegir lo que vamos a comer sin pasar por una carta.
La moneda oficial es la lira turca. Su equivalente en euros es, aproximadamente, 1 euro= 1.650 liras (depende del cambio). Siempre aconsejan cambiar poco dinero a esta moneda, ya que muchos pagos pueden hacerse con tarjeta de crédito o, incluso, con euros.
Finalmente, dado que muchas de nuestras visitas van a ser al interior de las mezquitas, no debemos olvidar, las mujeres, un pañuelo para cubrir la cabeza cada vez que entremos en ellas. Como hay que descalzarse antes de entrar, no sobra un par de calcetines en la mochila para el momento




PRIMER DÍA
El primer día podemos empezar el recorrido por la zona antigua. Si nuestro hotel se encuentra aquí, nos dirigiremos a la Ordu caddesi (calle): es la arteria central de esta zona y fácil de distinguir, puesto que por ella discurre una línea de tranvía .
Tomando éste tranvía o andando (es un paseo de una media hora), nos dirigimos al Sultan Ahmet Parki. Una vez allí nos encontramos, a la derecha, la Mezquita Azul y el Hipódromo. A la izquierda, Santa Sofía y la Basílica Cisterna.
Mezquita Azul y Santa Sofía
La Mezquita Azul, quizás la mas famosa de la ciudad, debe su nombre al color de los azulejos que cubren sus paredes interiores. Data de principios del siglo XVII.
Saliendo de esta mezquita por la puerta frontal de su patio, nos encontramos en el Hipódromo, donde se ubican tres monolitos: el obelisco de Dikilitas, la Columna Serpentina y la Columna de Constantino VII.
Desde aquí, nos dirigimos nuevamente a los jardines de Sultán Ahmet y, cruzando la calle nos encontramos de frente con la Basílica de Santa Sofía. Antes de llegar, a la izquierda, está la Basílica Cisterna. Es un monumento muy curioso: un bosque de columnas que conformaban un depósito de agua subterráneo, que fue terminado en el siglo VI. (Hay que pagar entrada).
entrada basílica cisterna
A continuación nos dirigimos a Santa Sofía. Aquí se puede realizar una visita a la zona inferior y otra a la superior. El precio es diferente y podemos comprar una o las dos entradas. Esta basílica bizantina se construyó a lo largo del siglo VI.
Saliendo de la basílica, por la izquierda, nos dirigimos a la Babihumayun caddesi, que termina en la Puerta Imperial (Bab-i Hümayun) por donde entramos al recinto del Palacio de Topkapi.
Palacio de Topkapi
La visita del Palacio de Topkapi puede durar varias horas. Si queremos hacer una visita completa, tendremos que comprar tres entradas: una para el Palacio, otra para el Harem y otra para el Tesoro.
La visita del Harem es guiada y el último pase se realiza a las 16 horas, por lo que conviene comprar la entrada nada mas llegar al recinto.
Además de estos tres recorridos, podemos visitar la Biblioteca, situada en el centro de los jardines, y las cocinas, a un lado. También se encuentra dentro del recinto la iglesia de Santa Irene.
El restaurante abierto en el interior del palacio tiene un precio asequible y desde sus ventanales y terrazas se puede disfrutar de una bonita vista del mar de Mármara (que conecta el mar Mediterráneo con el Bósforo y el mar Negro).



SEGUNDO DÍA
El segundo día podemos continuar nuestra visita por esta misma zona de la ciudad (Estambul europea antigua).
Es conveniente por la distancia , ya que se encuentra a unos 5 Km, del centro, tomar un taxi para dirigirnos a la colina de Pierre Lotí. Esta colina se encuentra situada al fondo del Cuerno de Oro, y debe su nombre a que era el lugar preferido del escritor francés. El precio del taxi no es excesivo aunque, si el coche no lleva taxímetro es conveniente concretar el precio con el conductor antes de iniciar el trayecto. Esto sirve para siempre que queramos utilizar un taxi.
vista del Cuerno de Oro
Desde esta colina se disfruta de una magnífica vista del Cuerno de Oro y de parte de la ciudad.
Atravesando el cementerio que cubre la colina, llegamos a la Eyüp Camii, construida en el siglo XIX. Dentro del recinto de esta mezquita se encuentra el santuario de Eyüb al-Ansari, de quien se cree que fue un portaestandarte del profeta Mahoma, muerto durante el primer sitio de Constantinopla en 688.
niño en la mezquita
Es un centro de peregrinación musulmán al que se dirigen los domingos los niños que acaban de ser circuncidados y las parejas de recién casados, para recibir la bendición del imán. Por este motivo, debemos cuidar especialmente nuestro comportamiento y aspecto, para no ofender las sensibilidades autóctonas.
A la salida del recinto podemos tomar otro taxi para que nos lleve al Museo Kariye, ubicado en la iglesia de San Salvador en Chora (s XI), que contiene 100 de los mejores mosaicos bizantinos del mundo.
mosaico en San Salvador en Chora 
Desde aquí, subiendo por la Salma Tomruk caddesi, tomamos a la derecha la Fevzi Pasa cad. Y nos encontramos la mezquita de Mihrimah Sultan, construida por Sinan en 1565, para la hija de Solimán el Magnífico. Tiene cristaleras de colores y, por ello, es muy luminosa.
Para visitar la iglesia de San Jorge (Patriarcado Ortodoxo) bajamos por la Fevzi Pasa caddesi hasta la Yavuz Sleim, que recorreremos hasta la última bocacalle. Al fondo, nos encontramos con esta iglesia. Hay que buscar la entrada, porque el recinto está cerrado por un muro bastante alto, que no deja ver el interior.
Volvemos por la callelYavuz Sleim hasta el cruce con la Darüssafaka caddesi, que tomamos a la izquierda, hasta desembocar en la Fatih Cami, complejo construido por Mehmet el Conquistador en 1463, en cuyo cementerio está enterrado. Esta mezquita se construyó en el lugar que ocupaba la iglesia de los Santos Apóstoles (s. VI), utilizando sus columnas.
Dentro del recinto se construyó una escuela, precursora de la Universidad, donde se formaban los futuros clérigos y jueces.
Esta mezquita, sobre todo los domingos, es muy visitada por familias de musulmanes más o menos integristas, por lo que conviene ser discretos si coincidimos en uno de esos días.
Saliendo del recinto por el extremo opuesto al que hemos entrado, por la Büyük Karaman cad. Llegamos a los jardines de Sarachane Parki, donde se encuentra la mezquita de Sehzade. A la izquierda, podemos ver el Acueducto romano de Valente, que traía el agua desde los bosques que llegan a la frontera con Bulgaria.
Continuamos por la Sehzadebasi cad.; en el cruce con la Mart Sehiteri cad., tomamos ésta hasta el final, donde se encuentra la mezquita de Suleimán el Magnífico. Antes de llegar, a la derecha, vemos unos muros bastante altos: corresponden al recinto de la Universidad de Estambul.
Es una de las mezquitas mas impresionantes de la ciudad, por su ubicación, tamaño y contenido: se cree que las columnas del patio son las que correspondían al palco real del Hipódromo. Las cerámicas, vidrieras y caligrafía de las cúpulas merecen la pena.
En su cementerio se encuentran las tumbas de Solimán, de su esposa Roxelana y del arquitecto de la mezquita, Sinban.
El barrio que rodea el recinto es, en la actualidad, eminentemente estudiantil, por lo que abundan los cibercafés, restaurantes, bares etc.
Saliendo por la Sami Onar cad. Tomamos a la derecha la Fuat Pasa caddesi y, casi al final de la calle, a la izquierda, tenemos una de las entradas del Gran Bazar. Con un paseo por el mismo, y las correspondientes compras, podemos terminar el día.
Gran Bazar
Si no estamos muy cansados, cruzando la Yeniçeriler caddesi y bajando por la Gedikpasa cad. Llegamos a la avenida Kennedy, donde se encuentra el puerto de pescadores bizantino de Kumpaki, famoso por sus puestos de venta de pescados y sus marisquerías, situadas al otro lado de la avenida.
TERCER DÍA
Este último día vamos a cruzar el Cuerno de Oro por el puente Gálata. Para llegar aquí podemos tomar el tranvía hasta el final de trayecto (Eminonü).
Al bajar del tranvía, a nuestras espaldas, se encuentra la mezquita de Yeni y, al lado, el Bazar de las Especias, que merece la pena visitar y, de paso, comprar unos cuantos pistachos (el fruto seco más típico de Turquía).
Al cruzar el puente nos encontramos una pequeña plaza de la que salen varias calles; tomamos a la derecha una bastante amplia, la Kemeralti caddesi y, a unos dos kilómetros más o menos, nos encontramos a la derecha la mezquita de Dolmabache, a la orilla del Bósforo; a continuación se encuentra el Palacio del mismo nombre.
Ciragan Sayari
Este palacio (1853), es uno de los cuatro construidos en las orillas del Bósforo a lo largo del siglo XIX, para residencia de los sultanes otomanos. Aunque la zona del harén es bastante discreta, el resto del palacio es muy ostentoso. Tiene 285 habitaciones, 43 baños y el salón del trono más grande de Europa, con una cúpula de 35 metros de donde cuelga una araña de cristal que pesa 4.000 Kgs.
Otro de los palacios construidos en esta orilla del Bósforo, el Ciragan Sayari, ha sido convertido en un hotel de superlujo, destinado principalmente a centro de reuniones.
Si continuamos por la misma calle, un poco mas adelante nos encontramos, a la derecha la tumba de Barbarroja y, enfrente, su correspondiente mezquita.
Mezquita de Barbarroja
A unos tres kms, de aquí, en la plaza de Ortaköy, hay una pequeña mezquita casi metida en el agua, muy bonita. La plaza es, en la actualidad, centro de reunión de artistas, bohemios y estudiantes.
Mezquita en Ortaköy
Tomamos un taxi para, retrocediendo, dirigirnos a la plaza de Taksim, que es una gran plaza moderna, en la que se ubica la zona de congresos de la ciudad y un gran centro cultural, con la mayor sala de conciertos de Estambul.
En esta plaza termina su recorrido uno antiguo tranvía que circula por la Istiklal caddesi, una calle peatonal muy comercial y en la que se encuentran instalados numerosos consulados (entre ellos, el español), así como varias iglesias católicas.
De esta calle salen numerosas callejuelas, en las que abundan los pequeños restaurantes y bazares. El callejón mas famoso es el Cicek Pasaji, aunque también son conocidos el pasaje Sirio, el Aleppo y el Cité Roumelie.
En sus cercanías se encuentra el hotel Pera Palas, que se construyó al mismo tiempo que el ferrocarril París-Estambul (Orient Express), y que ha tenido huéspedes ilustres a lo largo de su historia. Durante bastante tiempo fue el único hotel donde se podían alojar los extranjeros en esta ciudad.
Al final de esta calle peatonal se encuentra la entrada a la estación de metro, una línea con dos únicas paradas, que nos puede bajar a las inmediaciones del puente Gálata.
Torre Gálata
Pero si hacemos el trayecto andando, en el camino nos encontramos con la Torre Gálata, uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad, construida por colonos genoveses en 1348. Se puede subir hasta la última planta en ascensor, y desde la terraza exterior tenemos una magnífica vista panorámica de la ciudad.
Si continuamos bajando, llegamos a la Karakoy Meydani, continuando hacia el puente Gálata para cruzar al otro lado de la ciudad europea (recuerda que bajo este puente puedes tomar un café mirando al mar.
Junto a este puente se encuentra el embarcadero del que parten los transbordadores que recorren el mar Bósforo hasta la desembocadura del mar Negro.
Mar Negro desde el Bósforo
Las agencias de viajes nos ofrecen cruceros por este mar, visitando algún pueblecito de pescadores y alguno de los palacios que se encuentran en sus orillas. Cuando el tiempo del que disponemos es limitado, merece la pena contratar esta visita ya que, aunque el precio es algo caro, tiene la ventaja de recorrer mas lugares en menos tiempo. También existe la posibilidad de tomar el transbordador por nuestra cuenta y bajar y subir en cada una de las paradas que hace el barco a lo largo de su recorrido.